La timidez en las exposiciones

Creo que todos más de una vez nos hemos puesto nerviosos al hablar en público cuando hemos tenido exposiciones en clase o dando alguna charla a los demás. La timidez en las exposiciones está presente en muchos niños que son muy introvertidos o tienen pánico escénico. Pero, ¿de dónde nace esta timidez en las exposiciones?. La timidez nace de la falta de seguridad en uno mismo, de la sensación de no ser merecedor de la atención o la consideración de los demás, o de sentir que no se tiene derecho a ser reconocido. Así, el tímido siente vergüenza de sí mismo y le da excesivo valor a la opinión de los demás. Las causas se pueden agrupar en cuatro principales que son la herencia genética, conducta aprendida, malas experiencias y problemas de autoestima. La herencia genética es determinante en muchos casos de timidez. 

Mucha gente confunde el término "vergüenza" y "timidez". Son conceptos casi parecidos pero cada uno se relaciona a diferentes ámbitos. La  vergüenza se relaciona con las acciones y comportamientos que han podido ser observados por los demás, y la timidez está más ligada a un aspecto de la personalidad, a la 
auto imagen, a la forma de verse a uno mismo y al entorno.

Hay veces que la timidez pasa a ser un problema importante cuando te impide avanzar en tu carrera. Es un aspecto que no se le da la importancia que se le merece porque hay gente que son súper tímidas, y esto supone un grave problema para ellos. A la larga, van a tener que hablar, ya sea en la universidad o en el trabajo, y sí que es cierto que cuesta mucho y es un gran trabajo para ellos.

Como todo en la vida, la timidez en las exposiciones se puede vencer trabajándola con ejercicios adecuados para esto. Al igual que se puede vencer o reducir que las personas sean menos introvertidas, que tengan menos ansiedad social, etc... Hay varios tips para perder el miedo hablando en público:

1. Ensayar: juntarte con gente de confianza donde te sientas agusto para practicar al principio. Realizar la exposición oral. Esto va a hacer que te acostumbres y te sientas cómodo al hablar en público. Vas a aprender a desenvolverte.

2. Exponerte: buscar pequeñas oportunidades que se presentan para hablar adelante de las personas, aunque no sean una audiencia grande y aunque no tengan ningún vínculo con el estudio o el trabajo. Puede ser en una salida con amigos, una reunión de consorcio, o cualquier otro ámbito informal. Ayuda muchísimo en vencer ese miedo porque te ofreces voluntario en hablar, y no es algo forzado como puede ser una exposición.

3. Lanzarte: si se te presenta la opción de presentarte o no a un oral o presentación, !hazlo¡. Al principio,  resulta incómodo y terrorífico durante los primeros 30 segundos pero cuando comienzas a sentir cierta comodidad y te das cuenta que no era tan malo como parecía.

4. Tomar clases de teatro: quizás este tip es más personal, es decir, es una opinión más personal si quieres tomar clases de teatro o no. Hay gente que decide apuntarse y le funciona. Esto te ayudará a ganar confianza y además, aprenderás a expresarte con tu cuerpo y con tus palabras.






Como opinión personal, la timidez en las exposiciones me parece un gran problema, porque hay mucha gente que se trabaja mucho los trabajos y por este problema le sale peor. Otra cosa que me parece que está mal diseñada del sistema educativo es que se les "obliguen" a realizar exposiciones y hablar en público. Hay gente que lo pasa mal, que se marea,  cuando escucha que tiene que hablar en público. Hay muchas maneras de demostrar que ese niño se sabe el temario y que se lo ha trabajado de diversas maneras, no solo con exposiciones. El problema es que los profesores, en general, no se implican lo suficiente en los alumnos, en cómo son, si lo pasan mal cuando hablan en público. 

Cuando yo estaba en la ESO, sobretodo en los últimos cursos, tuve que hacer muchas exposiciones de diversas asignaturas con compañeros donde no estaba cómoda, quizás esto también influyó. Lo pasaba mal cuando tenía que hablar e intentaba hablar lo menos posible. Recuerdo que tuve un pequeño mareo antes de iniciar al hablar, y siempre se me secaba mucho la boca. También es cierto, que los profesores no ayudaron mucho a que estuviera más tranquila. El ambiente de la clase también influyó, como el del grupo de trabajo, como ya he mencionado anteriormente. 

Ahora que estoy en la Universidad, a la hora de hacer las exposiciones estoy más tranquila en comparación con antes. Los profesores intentan que, tanto yo como mis compañeros, estemos tranquilos a la hora de exponer. Una frase que me ayuda mucho para relajarme es que todos somos iguales, que nadie es mejor que otro, que todos cometemos errores y que estamos para aprender. 





Espero que os haya gustado, nos vemos la próxima semana lectores :))













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